Pues la verdad es que no se como empezar, porque mi relación con Jesús viene desde antes de tener uso de razón. Yo no me acuerdo cuando empezé con la señal de la cruz, o a santiguarme, simplemente se que cuando era pequeño ya lo sabía hacer, todos los días antes de ir a la cama, mi mamá me había ensañado, y para mí ya se convirtió en algo que tenia que hacer todos los días.
Poco a poco fui creciendo y llegó mi Primera Comunión, me estuve preparando durante varios años en Hermandades y por fin llegó ese gran día en el que Jesús entraba en Cuerpo y Sangre en mi corazón, después iba creciendo y yo seguía yendo todos los domingos a misa.
Cuando tuve algunos años más, pensaba que eso ya no iba conmigo y que lo de ir a misa era para otras personas, alguna que otra pelea con mi madre (que insistía en que tenía que ir a misa) pero al final me separé durante algún tiempo.
Enseguida llegó el momento de prepararme para la confirmación, había un grupito en Hinojosas que se iban a preparar durante los fines de semana, me invitaron a participar y no lo dudé, enseguida me apunté. Nos reuníamos todos los sábados por la tarde, y aquello empezó a gustarme, estuve participando en este grupo durante tres años y al final llegó la confirmación, fue algo muy bonito y que no olvidaré jamás.
Como ocurría en casi todas las parroquias, después de confirmarse no había un grupo de referencia para chicos ya confirmados, así que parecía que con aquello se terminaría mi relación con la parroquia, pero fue todo lo contrario, desde la parroquia del pueblo y desde Caritas se organizaban campamentos de verano para los chicos del Valle de Alcudia, y me invitaron a que participara en ellos como monitor. Esto dio un giro a mi vida, desde ese año y durante muchos años más (casi 20 años) todos los veranos me marchaba de campamento y esto ha marcado mi vida y mi Fe de aquí en adelante.
Mi participación en la parroquia del pueblo era muy activa, encuentros, convivencias, retiros, pascuas, olimpiadas cristianas, … realizábamos muchísimas actividades para los niños y jóvenes de los pueblos del Valle y siempre intentando llevar la figura de Jesús a todos estos chicos.
Estuve acompañando varios grupos de jóvenes que se estaban preparando para la confirmación, tuve la suerte de trabajar durante estos años en Caritas, era en un proyecto de ayuda a drogodependientes y aunque muy duro, fue una experiencia inolvidable.
Todo esto me hizo crecer muchísimo como persona y en mi fe. Me incorporé a la parroquia de San José y también estuve acompañando a unos chicos y chicas en su crecimiento de fe y en su preparación para la confirmación.
Parecía como si mis pilas se estuvieran agotando, o por lo menos a si lo sentía yo y me dije: “cuando estos chicos se confirmen hablaré con el párroco y le diré que me voy a tomar un año de descanso y de reflexión”, jaja, que ignorante que soy, pensaba que podía hacer lo que yo quisiera, pero Jesús tenía otros planes para mi.
En ese momento yo estaba en paro, buscando trabajo y recibí una oferta, era en un colegio religioso de Madrid para ayudante de cocina, envié un currículum y le llegó directamente al gerente del colegio, que era el párroco de la iglesia que estaba junto al colegio y que llevaba el mismo nombre que el cole, Santa María la Blanca. Me llamarón y fui para una entrevista, aquello era muy raro, solo me preguntaban mi relación con la iglesia y con las parroquias en las que había estado (todo esto para trabajar de ayudante de cocina), tras acabar la entrevista me dijeron que ya me llamarían y así fue, a los quince días me llamaron y me ofrecieron un puesto de conserje para la parroquia. Como me daban vivienda y trabajo me dije: “voy a probar, total no tengo nada que perder” y así lo hice, me incorporé a mi nuevo trabajo y esto me marcará para toda la vida.
Vivir en la casa de Jesús es diferente, lo primero que hacía todos los días era darle los buenos días nada mas levantarme, ya que tenía que abrir la iglesia y pasaba por delante del Sagrario, después rezábamos el rosario, participaba de la Eucaristía, daba catequesis, … muchísimas actividades que me han unido mas a Jesús. Una de las últimas actividades que realice en la parroquia fue mi consagración a la Virgen María, algo de lo que estoy muy orgulloso, ya que María es el camino mas corto para llegar a Jesús y Ella me acompaña en mi día a día iluminándome el camino a seguir.
Ahora estoy aquí en nuestra parroquia San José, cuando llegué y Pedro me invito a participar no podía decir que no, estoy y estaré en deuda con Jesús toda la vida, así que lo menos que puedo hacer es intentar que los demás lo conozcan como he tenido la gran suerte de conocerlo yo.
Aquí me tenéis, este es mi testimonio de Fe, una Fe muy justita, que sigue siendo mas pequeña que un granito de mostaza pero que aumenta día a día, y me he dado cuenta de una cosa, Jesús hace lo que quiere con cada uno de nosotros, así que lo mejor es dejarlo que nos guíe y nos muestre el camino a seguir.