MISA DE NOCHE BUENA, NAVIDAD.
Monición
Hemos vivido con intensidad el Adviento tiempo de conversión de fe y de esperanza. Esa esperanza ya se ha hecho realidad, Dios ha nacido, un Hijo se nos ha dado. María, vuelve a ser la protagonista de la Navidad, Ella es maestra privilegiada. Ella es Adviento vivo y Navidad comprometida.
Navidad, es Misterio y es cercanía de Dios al hombre, Él viene a salvarnos, nos acoge, nos abraza. Es el Dios con nosotros, el Enmanuel. Contemplemos la ternura del Niño, la delicadeza de María y José y la sencillez de los pastores .
Que esta Eucaristía nos ayude a vivir la Navidad, cada día de nuestra vida.
Oración de los fieles.
1-Por la Iglesia, la gran familia de los hijos de Dios, para que vivamos esta gracia de pertenecer a ella con entusiasmo, gratitud y responsabilidad. Oremos
2-Para que el nacimiento de Jesús, nos haga sabernos hijos de Dios, hermanos suyos y hermanos de todos los hombres. Oremos
3-Para que el nacimiento de Jesús, haga más fuerte y reales los lazos de solidaridad con los que nos necesitan. Oremos
4-Señor, que nadie se sienta solo y desamparado, que sientan tu caricia de Dios, su Padre Bueno. Oremos.
5-Por todos nosotros que celebramos la fiesta de Navidad para que seamos, testigos del amor la paz y la justicia que viene a traer el Niño Dios que nos ha nacido. Oremos
Ofrendas.
Luz.
Jesús, viene a ser Luz del mundo. Te presentamos la Luz de la Navidad y con ella nuestro deseo de ser luz para los demás.
Pandereta, sonajas…
Con ellas te ofrecemos nuestra alegría y acción de gracias, porque vienes a salvarnos.
Pan y vino.
Con el pan y el vino, te presentamos el trabajo de todos los hombres y mujeres para conseguir un mundo más justo y más humano en el que todos tengan sus necesidades cubiertas y seamos solidarios con los que tienen hambre.
Acción de gracias. (después de la Comunión)
La Iglesia no deja de bendecir a Jesús, su Señor y Salvador, y a María, su Madre y nuestra Madre, damos gracias porque es Navidad:
Gracias, Jesús, Tú eres el beso de Dios a toda la humanidad.
Gracias, porque te dejas besar, por nosotros pecadores,
Gracias, porque tu nombre nos salva si lo pronunciamos con fe.
Gracias, porque vienes perdonando y bendiciendo.
Gracias, porque nos das tu paz, tu sonrisa, tu ternura, tu amor.
Gracias, María porque con tu Sí, hiciste realidad la Navidad.
Gracias, José, porque te fiaste de Dios y acogiste a María, y cuidas a Jesús.