El Buen Pastor da la vida por sus Ovejas

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HORA SANTA

El Buen Pastor da la vida por sus Ovejas

 

Esta tarde hemos celebrado los SANTOS OFICIOS DE LA CENA DEL SEÑOR, donde hemos contemplado el gesto de lavar el Señor los pies a sus discípulos.

San Juan nos habla del BUEN PASTOR, de quien lo de BUENO y PASTOR es con mayúsculas, porque en ese pastoreo está la entrega de la vida en coherencia.

Una vida desgastada, regalada, construida en el AMOR  primero de un Padre que  nos entrega a su Hijo, para que cada oveja, que somos nosotros, sintamos, conozcamos  la voz del Pastor,

Un conocimiento progresivo, edificado en el cimiento del AMOR que plenifica todo y que nos capacita para hacer lo mismo.

Vamos a acompañar en esta Hora Santa al Pastor que nos preside. Vamos a contemplar el momento en el que el miedo se apodera de quien es consciente de la muerte que va a sufrir, con el objetivo del deber cumplido en el ejercicio de la misión encomendada por el Padre, la de salvarnos.

En la parte izquierda, con el texto de San Juan se encuentran los corderos y los símbolos del pastor. A la derecha, con el texto del Salmo 23, la simbología del reparar las fuerzas en verdes praderas. Por eso está el Pan y el Vino, la jofaina del lavatorio de los pies.

En definitiva, el Buen Pastor es Cristo Eucaristía, que se da como alimento para reparara nuestras fuerzas mermadas por los avatares de la vida, que lava los pies cansados por los duros caminos recorridos, que posibilita el descanso en las verdes praderas de la vida esperanzada.

Que en este rato de oración traigamos al Señor toda nuestra vida y la de los nuestros, y las pongamos delante de Él. Seguro que va a ser un remanso en el que descansemos de la mano del Pastor.

 

 

 

 

 

 

 

No adoréis a nadie,

a nadie más que a El.

No adoréis a nadie,

a nadie más que a El.

 

     NO ADORÉIS A NADIE MÁS

     NO ADORÉIS A NADIE MÁS

     NO ADORÉIS A NADIE MÁS QUE A ÉL.

 

No pongáis los ojos

en nadie más que en Él.

No pongáis los ojos

en nadie más que en Él.

     ESTRIBILLO

Porque sólo en Él está la salvación (BIS)

     ESTRIBILLO

 

 

El Señor es mi pastor, nada me falta:

En verdes praderas me hace recostar,

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas.

 

Me guía por el sendero justo,

por el amor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,

nada temo, porque tú vas conmigo:

 tu vara y tu callado me sosiegan.

 

Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan

todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo...

 

 

Del evangelio según san Juan.

 En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas. En cambio, el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas, cuando ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; el lobo se arroja sobre ellas y las dispersa, porque a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, así como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy la vida por mis ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este redil y es necesario que las traiga también a ellas; escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor. El Padre me ama porque doy mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita; yo la doy porque quiero. Tengo poder para darla y lo tengo también para volverla a tomar. Este es el mandato que he recibido de mi Padre”. Palabra del Señor.

 

 

SILENCIO LARGO.

 

  1. “El buen pastor da su vida por las ovejas”: estas palabras se realizaron plenamente cuando Cristo, obedeciendo libremente a la voluntad del Padre, murió en la cruz. Ofreció su vida en sacrificio por todos. Él entrega su vida física, como manifestación extrema de su amor. Quien no ama hasta dar la vida no es auténtico pastor. El máximo don de sí es la comunicación plena de lo que él es. No se trata de que, por su muerte, se nos conceda algo venido de fuera. Se trata de que su Vida, puesta al servicio de todos, prende y se desarrolla en los demás. Darnos sin límites, será la prueba de que su Vida está en nosotros. Jesús realiza el modelo más alto de amor por el rebaño: Él dispone libremente de su propia vida, nadie se la quita, sino que la dona en favor de las ovejas. En abierta oposición a los falsos pastores, Jesús se presenta como verdadero y único pastor del pueblo: el pastor malo piensa en sí mismo y explota a las ovejas; el pastor bueno piensa en las ovejas y se dona a sí mismo.

 

 

SILENCIO LARGO.

 

  1. Conozco a mis ovejas y ellas me conocen. No se trata de un conocimiento a través de los sentidos o de la razón. Conocimiento y amor van siempre juntos. Ese conocimiento mutuo es una relación íntima, por la participación del Espíritu. Esta relación nos lanza a contemplar la simple imagen de oveja y pastor. Este mutuo conocimiento—amor, lo compara con el que existe entre Jesús y el Padre. La comunidad de Jesús no es una filiación externa, sino una experiencia—vivencia de amor. No se trata de la pertenencia a una institución, sino de la unidad de ser y acción en el mismo Espíritu. El descubrimiento vivencial del amor de Dios al hombre lleva a dar la vida. Desde aquí contemplamos la visión universal de la misión de Jesús. Al contrario del mercenario, Jesús, Buen Pastor es un guía que cuida y participa en la vida de su rebaño, no busca otro interés, no tiene otra ambición que la de guiar, alimentar, proteger a sus ovejas. Y todo esto al precio más alto, el del sacrificio por todo su rebaño y los otros que aún no lo conocen.

 

 

 

            COMO EL PADRE ME AMÓ

            YO OS HE AMADO.

            PERMANECED EN MI AMOR,

            PERMANECED EN MI AMOR. (Bis).

 

Si guardáis mis palabras

Y como hermanos os amáis,

compartiréis con alegría

el don de la fraternidad.

Si os ponéis en camino

sirviendo siempre a la verdad,

fruto daréis en abundancia;

mi amor se manifestará.

 

ESTRIBILLO.

No veréis amor tan grande          

como aquél que os mostré.

Yo doy la vida

Amad como yo os amé.

Si hacéis lo que os mando

y os queréis de corazón,

compartiréis mi pleno gozo

de amar como Él me amó por vosotros.

 

SILENCIO LARGO.

 

  1. Un solo rebaño, un solo pastor es una relación entre Jesús y el rebaño. Jesús es fuente de Vida es la liga que constituye la comunidad como tal. Su base es la naturaleza del hombre acabado por el Espíritu que da unidad interior, con los demás y con Dios. Todos los hombres forman parte de su rebaño. En la figura de Jesús, pastor bueno, contemplamos a la Providencia de Dios, su solicitud paterna para cada uno de nosotros ¡No nos deja solos! La consecuencia de esta contemplación de Jesús Pastor verdadero lo refleja claramente san Juan: ¡Miren cómo nos amó el Padre! Es verdaderamente un amor sorprendente y misterioso, porque donándonos a Jesús como Pastor que da su vida por nosotros, el Padre nos ha dado lo más grande y precioso que nos podía donar. Es el amor más alto y más puro, porque no está motivado por ninguna necesidad, no está condicionado por ningún cálculo, no está atraído por ningún interesado deseo de intercambio. Ante este amor de Dios, experimentamos una alegría inmensa y nos abrimos al grato reconocimiento por lo que hemos recibido gratuitamente.

 

SILENCIO LARGO.

 

 

  1. La disposición a ese amor, articula los relatos con el tiempo de Pascua que después celebraremos. La raíz de la experiencia pascual es que Jesús sigue vivo y comunica Vida a la comunidad. Como los primeros cristianos, nosotros tenemos la misma posibilidad de hacer nuestra es amor, porque se trata de la misma Vida de Dios, de su amor que se nos entrega incondicionalmente. “El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo el que me come vivirá por mí”. El que me come, quiere decir el que me hace suyo, el que se identifica con mi manera de ser, de pensar, de actuar, de vivir. Si Jesús es pan de Vida, no es porque lo podemos comer a él, sino porque nos capacita para dejarnos comer. En la medida en que cada uno de nosotros hayamos hecho nuestra esa Vida, estaremos dispuestos a desvivirnos por los demás. El salir de sí mismo e ir a los demás para potenciar su misma Vida, no debe depender de las circunstancias; es un movimiento que tiene su origen es ese mismo Amor que se me ha comunicado y que no tiene más remedio que manifestarse en la entrega a los otros, sin ninguna clase de distinción.

 

 

CANTO:

CRISTO NOS DA LA,LIBERTAD,

CRISTO NOS DA LA SALVACIÓN.

CRISTO NOS DA LA ESPERANZA,

CRISTO NOS DA EL AMOR.

 

 

SILENCIO LARGO.

 

 

  1. Amar, contemplar, seguir para agradecer no basta, todos los cristianos estamos llamados a seguir al Buen Pastor, en particular, cuantos tenemos la misión de guiar la Iglesia, la casa, el trabajo, etc., estamos llamados a asumir no la mentalidad del mánager sino la del siervo, a imitación de Jesús que, despojándose de sí mismo. Pero debemos entender esta convicción: Amar y servir al que me ama y sirve, no es garantía ninguna del amor
    El ayudar al que puede ayudarte y ser amable con la persona que puedo necesitar, no es más que un sutil despliegue de egoísmo. Si no atendemos a este detalle en nuestras relaciones con los demás, fácilmente podemos creernos en la cima del cristianismo, simplemente porque somos capaces de sacrificarnos por aquellos de los que dependemos. El amor es dar la vida por todos, el Buen Pastor siempre está cuidando que no entre el salteador, robe, disperse o mate. Quien ama, se preocupa de todos y no de unos cuantos. El amor del Padre debe motivarnos a desprendernos de nuestro egoísmo y a buscar a todos para entregarles el amor.

 

SILENCIO LARGO.

 

 

 

Oremos al Padre y pongamos nuestra vida en sus manos de Jesús, Buen Pastor para que oriente nuestra vida, diciendo:

R/. Jesús, Buen Pastor, enséñanos amar.

 

  1. Para que los obispos, los presbíteros y diáconos apacienten santamente a los pueblos que tienen encomendados. Oremos.

 

  1. Para que los gobernantes y los políticos pongan los intereses de sus encomendados por encima de sus políticas y ganancia económicas. Oremos.

 

  1. Para que las familias cristianas, siguiendo al Buen Pastor y con espíritu de piedad y de renuncia a lo mundano, hagan germinar abundantes vocaciones a la vida sacerdotal y religiosas. Oremos.

 

  1. Para que la paz que Jesucristo concedió a los discípulos prevalezca con fuerza en nuestro mundo, y se alejen de las naciones el odio y las guerras. Oremos.

 

  1. Para que los enfermos, los pobres y todos los que sufren encuentren en nosotros luz y esperanza para sus vidas. Oremos.

 

6.Para que nuestra Parroquia siga siendo lugar de encuentro y descubrimiento de quien es Buen Pastor. Oremos.

 

 

ORACIÓN (sacerdote)

Señor Dios nuestro,

nos has convocado hoy para celebrar aquella misma memorable Cena

en la que tu Hijo, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia

el banquete de su amor, el sacrificio nuevo de la alianza eterna;

te pedimos que la celebración de estos santos misterios nos lleve a alcanzar

plenitud de amor y de vida.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo…

 

“VICTORIA, TÚ REINARÁS”

¡OH CRUZ! TÚ NOS SALVARÁS (BIS).

 

  1. El Verbo en Ti clavado muriendo nos rescató,

                                    de ti madero Santo nos viene la Redención.

 

  1. Extiende por el mundo tu reino de Salvación.

Oh Cruz, fecunda fuente de vida y bendición.